Botonera

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21.11.16

"MICHAEL MANN. CREADOR A LA VANGUARDIA", VICENTE RODRÍGUEZ ORTEGA (coordinador), Shangrila 2016





Miami Vice






Miami Vice es profunda.

Por supuesto, es una entidad absurda y superficial en muchos sentidos. Rápidamente reconocida como una reluciente novedad que definía una década, la serie está básicamente construida sobre la base de unos rechinantes tropos y fardos de cliché de género que evocan los comienzos de las series de policías y, a otro nivel, el nihilismo sexy del film noir. Crockett y Tubbs son los típicos “buenos policías” (en la era pre-Rodney King de la televisión estadounidense, un personaje no puede recibir mayor bendición que ser un ¡buen policía!) que a veces debe romper las normas para servir a la “verdadera justicia”. Son hombres lujuriosos condenados a la soltería, a saltar de lecho en lecho, dado que cualquier mujer que tocan morirá o les traicionará: las más típicas convencionen aparecen una y otra vez. Incluso teniendo en cuenta que la serie elevó el nivel en lo que se refiere a “temas adultos”, Miami Vice se apoyó en construcciones dramáticas que parecen extraídas de Scooby Doo.  La premisa de la serie es absurda: ¿cómo pueden dos policías secretos tan fashion mantener sus identidades falsas en los submundos de Miami durante cinco temporadas sin ser descubiertos? Pero es precisamente esta tensión entre la inocencia de la era dorada de la televisión y el cinismo postmoderno lo que da a la serie su cariz misterioso y su extraña profundidad.
  
Para los espectadores de cierta edad que poseen un conocimiento más o menos amplio de la cultura popular, mencionar Miami Vice es evocar una cadena repleta de asociaciones visuales y estéticas –una optique si se prefiere. La sensibilidad en términos de diseño es suficiente en sí misma para expresar lo que Fredric Jameson denomina “80s-ness”, una condensación semiótica de, al menos, una visión específica de la década. El vestuario de Crockett y Tubbs proporciona un alfabeto de símbolos elementales –chaquetas de sport pastel, trajes blancos (anteriormente reservados en la pantalla televisiva a villanos obesos), gafas de sol Ray Ban, mocasines y pies sin calcetines– que funcionan de manera independiente pero también actúan como una Gestalt fácilmente legible de un look ochentero general, un look al que aluden periódicamente una serie de posteriores fashionistas “retro” [...]

Fragmento de:
Cocaína en el espejo vídeo-acústico:
la estética de Miami Vice
Shaun  Frentner