Botonera

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12.3.15

X. "EL CINE ES UNA INVENCIÓN POST-MORTEM", ÉRIK BULLOT, Contracampo libros 9, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2015.





 EL CABALLO DE EZRA POUND
El cine es una invención post-mortem
Érik Bullot



Buster Keaton y Viola Dana, fotografía de prensa, circa 1920


Acostumbrado desde hace muchos años a los filmes de Buster Keaton, la naturaleza de mi emoción cuando los veo es hoy de una naturaleza muy distinta; caracteriza no tanto un estado particular sino el pasaje incesante entre tres niveles de emoción: la risa propiamente dicha, ligada al gag y a su sorpresa, de naturaleza a menudo catastrófica; el deslumbramiento ante la belleza visual o plástica de los hallazgos del cineasta; y el placer intelectual vinculado a la verificación lógica de las diferentes hipótesis interpretativas. La emoción no es una sola sino varias, es compleja, incluso híbrida, participa del juego entre la risa, el deslumbramiento y la inteligencia. Reencuentro esta calidad de la emoción keatoniana en numerosas obras del cine experimental. Pienso en la película de Michael Snow To Lavoisier, Who Died in the Reign of Terror (1991) o en la de Fischli & Weiss, Der Lauf der Dinge (1987), que expone la causalidad ineluctable del deshecho, entre risa y angustia, en una suerte de comentario críptico sobre las potencias deterministas del suspenso. Sin duda, es posible proponer otros registros según las obras en cuestión. No es menos cierto que la emoción califica un juego, un pasaje entre diferentes términos, aquello que Serge Daney denominaba “el momento de basculación de un registro a otro”, de la sensación a la idea, de la sensación al sentimiento, del sentimiento a la idea, de la idea a la sensación, de la idea al sentimiento (...)



Fragmento de "El caballo de Ezra Pound"
en El cine es una invención post-mortem, Érik Bullot