Botonera

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26.5.14

XXXVI. MARGUERITE DURAS. MOVIMIENTOS DEL DESEO. Revista Shangrila nº 20-21, Santander: Shangrila Textos Aparte, 2014.




Hiroshima mon amour, Alain Resnais, 1959




Escribía Chris Marker sobre Vértigo (Vertigo, Alfred Hitchcock, 1958): “¿Y si nos están mintiendo también a nosotros? A Resnais le gustaba decir que nada nos obliga a creer a la heroína de Hiroshima”. Resnais y sus películas son escurridizos, son muy esquivos. Desde Van Gogh (1948), una voz en off asertiva, concisa y temperada, inmisericorde, lee las imágenes, las descifra sin inflexión, sin vacilaciones, sintética, con una sencillez casi brutal. En Providence (1977), el padre/narrador, moribundo, con su pijama rojo como la camisa roja de Alain Resnais, juega a provocar el (su) mundo pequeño burgués con ecos concentracionarios, de estado de sitio, hombres lobo (cuna de Lovecraft, Providence, Rhode Island), infidelidades, rewinds y un futbolista haciendo footing.  
Duras escribió el guion de Hiroshima mon amour (1959) a petición de Resnais, quien al mismo tiempo hacía el filme “por encargo”, algo en lo que le gusta insistir para negar o al menos aliviar la carga de necesidad que se le supone a aquellos relatos que, por decirlo de alguna manera, son capaces de salir con vida del insaciable maelstrom cultural y perdurar: “Las aproximadamente veinte películas que he hecho siempre han sido fruto de la casualidad o de un encargo por parte de un productor (...) Pero nunca en mi vida ha habido una película que quisiese hacer a cualquier precio”. (...)




Hi-ros-hi-ma
Pilar Carrera